Los niños no necesitan ir al banco 

-Artículo de opinión

El anuncio hoy, 21 de abril de 2020, por parte de la Ministra portavoz del Gobierno de las condiciones en las que los niños podrán salir de su domicilio a partir del día 27 de abril ha sido un jarro de agua fría para padres, pediatras y niños. 

Se establece que los menores de 14 años podrán abandonar el domicilio para acompañar al adulto en las actividades permitidas por el estado de alarma, poniendo como ejemplos las salidas a supermercados, farmacias y entidades bancarias. 

Supermercados 

A partir del lunes 27 se permite llevar a los menores a los supermercados, acompañados por un adulto que tiene las manos ocupadas haciendo la compra y sujetando un carro. O lo que es lo mismo, podemos llevarles de excursión a un espacio cerrado, donde para los más pequeños es imposible guardar las mínimas medidas de seguridad. ¿Cómo vamos a asegurar que el niño mantiene una distancia de seguridad si no nos quedan manos libres? ¿Cómo vamos a cerciorarnos de que no toque los productos mientras hacemos la compra, y especialmente teniendo en cuenta que ni los guantes más pequeños le sirven? ¿Cómo evitar que tosa sobre la fruta, a sabiendas de que en menores de 3 años no está indicado el uso de mascarilla? Y eso si conseguimos mascarilla para ellos, claro está. 

Farmacias 

En caso de llevar al niño a la farmacia, a todo lo anterior añadimos el riesgo de llevarle a un lugar donde tiene más posibilidades de entrar en contacto con una persona enferma. 

Entidades Bancarias 

Confieso que esta última opción me resulta más difícil de comentar por ser la más disparatada.  ¿Qué pinta un niño en un banco? Al explicarle a mi hija de 7 años la decisión del Gobierno de que a partir del lunes puede salir al banco, me ha preguntado qué se hace allí. “Pues…más o menos, hacer colas y pagar”, le he contestado por resumir un poco. Su respuesta ha sido contundente: para eso se queda en casa. 

¿Y si empezásemos por dar un paseo? 

En algún momento recuperaremos la normalidad y los niños podrán ir al supermercado, a la farmacia, al banco o incluso a una notaría si lo vemos pertinente, sin que suponga un riesgo. Pero no puedo entender que el confinamiento de los niños se desescale de esta manera, en lugar de con un sencillo paseo alrededor de la manzana de la mano de un adulto. Los niños necesitan salir a la calle: respirar aire, estirar las piernas, disfrutar del sol en la piel. Es viable, razonable y seguro, que caminen de la mano de un adulto que se asegure de que mantienen esas distancias y no tocan el mobiliario urbano. ¿Quién, pudiendo elegir, prefiere llevar al niño al banco en lugar de a dar un paseo al aire libre? 

 

Dra. María Mínguez Muñoz 

Jefa de Servicio de Pediatría 

Hospital Quirónsalud Torrevieja 

 

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