La Cuarentena con Niños en Casa
Los niños son en general mucho más adaptativos a los cambios que nosotros. Sin embargo, a ellos también les puede pesar la cuarentena, y en la consulta de pediatría cada vez recibimos más llamadas relacionadas con esto. Algunos están nerviosos, algunos están apáticos, algunos están irritables, a otros les cuesta dormir. Estando confinados en casa, les faltan (entre otras) tres cosas muy importantes: contacto social, luz solar, y actividad física. Estas carencias, prolongadas en el tiempo, alteran su estado anímico y hasta sus ritmos de sueño. ¿Qué podemos hacer por ellos?
Conserva ciertas rutinas
En las últimas semanas casi todo lo que conocíamos como parte de nuestra rutina diaria ha cambiado por completo. Aun así, conviene intentar preservar lo que podamos de nuestra rutina. De lunes a viernes los peques tienen que levantarse pronto y estudiar, y los fines de semana pueden aprovecharlos para jugar y descansar. Para pasar el día, deben asearse y vestirse, evitando ir todo el día en pijama. Si es posible, intenta que la zona de estudio no esté en su dormitorio.
El deporte y la luz solar: prioritarios
Si en tu domicilio tienes una terraza propia o un patio, es fundamental que los niños salgan todos los días a jugar y hacer deporte, preferiblemente por la mañana. Esto que parece una pequeñez, le ayudará a:
- Mejorar su estado anímico
- Canalizar su energía
- Regular sus biorritmos de sueño (si hacen un poco de deporte y encima les da un poco de sol en la primera mitad del día, dormirán mejor)
- Aumentar su producción natural de vitamina D, que es fundamental para la absorción de calcio y para mantener fuertes esos huesos en crecimiento
- Cuidar su salud física
- Disminuir la ansiedad
- Todo lo anterior probablemente también mejorará la salud mental del resto de la familia – ¡sobre todo si os unís al carro y salís a vuestra terraza/patio un rato con los peques!
Es cierto que en función del espacio del que dispongamos habrá ciertas limitaciones, pero en nuestra mano está buscar alternativas que sean factibles: saltar a la comba, jugar al balón, jugar al pilla-pilla, ponerles música para bailar…
¿Cómo socializar cuando estás encerrado?
Los bebés y niños pequeños no necesitan mucho más que a sus papás, y lo normal es que no acusen apenas ese déficit social. Pero, ¿qué pasa con los más mayores? Es probable que los niños mayores y sobre todo los adolescentes echen mucho en falta ese contacto con sus iguales.
Pues resulta que tenemos a nuestra disposición gran cantidad de medios tecnológicos, ya sea teléfono móvil, tablet, ordenador, etc. Sí, es verdad que los pediatras siempre estamos intentando limitar el uso de pantallas en los niños. Pero esta vez es por una buena causa. De forma controlada, podemos organizar videoconferencias entre nuestros niños y sus amigos, que además pueden servir de aliciente después de la jornada de estudio en casa.
Hay que darse algún premio
Trata de que cada día tenga algo de bonito y especial. Cocina algo que os guste, jugad juntos a esos juegos para los que nunca hay tiempo, sentaos juntos en el sofá para ver una película, cantad juntos… Y sobre todo, no te olvides de sonreír todos los días. ¡Seguro que los peques ayudan con esto!
Dra. María Mínguez Muñoz
Servicio de Pediatría
Hospital Quirónsalud Torrevieja