POR FRANCISCO SALA ANIORTE, CRONISTA OFICIAL DE TORREVIEJA

Manifestación obrera en el paseo de Vista Alegre de Torrevieja.

En el sentido moderno del término ‘socialismo’, no aparece hasta 1830 en Gran Bretaña y en Francia. Las doctrinas sociales no surgen casualmente a principios del siglo XIX. Tienen como origen inmediato la revolución industrial y la miseria que le acompaña, denunciando los acaparamientos de los bienes de subsistencia: «los productos de la tierra, como los elementos, pertenecen a todos los hombres. El comercio y el derecho de propiedad no pueden consistir en hacer morir de miseria y de inacción a nuestros semejantes».

El Partido Socialista Obrero Español se fundó clandestinamente en la madrileña taberna ‘Casa Labra’ de Madrid, el 2 de mayo de 1879, en torno a 25 personas: 16 tipógrafos, cuatro médicos, un doctor en ciencias, dos joyeros, un marmolista y un zapatero. Encabezados por Pablo Iglesias, con lo que es el partido político más antiguo de España con funcionamiento ininterrumpido hasta la actualidad. Se adhirió a la II Internacional, que agrupaba a los partidos socialistas marxistas y entre las acciones más famosas de la Segunda Internacional está la declaración del 1° de mayo como ‘Día Internacional de los Trabajadores’ en 1889. En el segundo congreso del partido, en 1890, se decidió la participación en las elecciones, no obteniendo ningún diputado.

Los últimos años del siglo XIX estuvieron marcados en Torrevieja por el signo de la crisis y la calamitosa situación de los obreros sin trabajo, así sucedió en 1887; en enero de 1890, cuando la bahía estaba desierta de buques para cargar sal y la clase jornalera sin trabajo; en julio del mismo año el alcalde la población telegrafió a las autoridades asegurando que la situación era “sumamente angustiosa” asegurando que eran numerosos los obreros que imploraban la caridad pública; en 1894 y 1895 la clase trabajadora de Torrevieja seguía sin trabajo.

Ante esta crónica situación de paro, los obreros reaccionaron de muy diversas formas: al parecer, en 1890 se efectuó en Torrevieja, sin que se sepa su alcance, la manifestación obrera del Primero de Mayo, como en otros lugares de la provincia y tal como había sido acordado por el proletariado mundial. De ser verdad esto, indicaría cierto grado de organización obrera, la existencia de algún pequeño núcleo de obreros intentando establecer sociedades obreras.

A finales de abril de 1891, llego a Torrevieja un redactor de ‘El Liberal’ de Madrid, conocedor del intento de manifestación obrera del 1º de Mayo del año anterior, con el objeto de “enterarse sobre la conducta que han de seguir los pueblos de esta provincia respecto a la huelga del próximo primero de Mayo”.

En 1895 se manifestaron para que no se llevase a cabo la construcción de un tranvía desde las salinas al muelle porque ello supondría la miseria de muchos obreros que vivían del acarreo de las sales.

Estas muy repetidas situaciones de paro y la propaganda de ‘núcleos conscientes’ de trabajadores, que pronto fueron apoyados desde las organizaciones socialistas de Elche, Crevillente y Alicante, provocó la organización de sociedades obreras de resistencia al capital: así se sabe que una de las primeras, si no la primera, se organizó a principios de 1901, pues poco después esa misma ‘Sociedad de Obreros Cargadores de las Salinas’ planteó una huelga, en la que tomaron parte más de trescientos obreros, aunque quedaban otros trescientos no asociados, que siguieron trabajando en la carga de buques.

Los huelguistas pedían que se les aumentase el jornal y se les disminuyera la jornada de trabajo. Se inició el día 28, continuando los días siguientes en el mismo estado. En las salinas trabajaban otros trescientos cargadores que no estaban asociados.

El gobernador civil de la provincia, Antonio Galdó Chapulí, ordenó la reconcentración de la guardia civil de los pueblos cercanos en Torrevieja, con la finalidad de evitar coacciones a los trabajadores que se unieron a la huelga.

Durante 1902, comenzó la instalación del socialismo en Torrevieja de una forma ya importante: en ese año, ingresaron en la Unión General de Trabajadores la ‘Sociedad de Albañiles’, en julio; y la ‘Sociedad de Marineros’ y la ‘Sociedad de Salineros’ en noviembre.

Se celebró, en 1902, por primera vez la Fiesta del Trabajo el Primero de Mayo –dejando al margen el intento de 1890- y en preparación de tal conmemoración se llevó a cabo el primer mitin socialista, al que asistieron unos quinientos obreros asociados e incluso los que todavía no lo estaban comenzaron a presentar peticiones con objeto de mejorar sus condiciones de trabajo, que quedó limitada así a diez horas, en tanto que los albañiles, que trabajaban trece horas, solicitaron una jornada de nueve, utilizando la presión de su recién fundada ‘Sociedad de Resistencia’. Intervino en el mitin el dirigente socialista ilicitano Germán Penalva y el catedrático del Instituto de alicante y destacado militante del PSOE, José Verdes Montenegro.

Los patronos se resistieron a conceder tal reducción de jornada y emplearon a esquiroles de Orihuela, sin que sepamos si los obreros de ‘La Prosperidad’, que así se llamaba la sociedad de albañiles, consiguieron o no sus propósitos.

El 10 de octubre de ese mismo año, se declararon en huelga ochocientos obreros de las salinas. El motivo fue el haber despedido a cuatro barqueros que se negaron a trabajar en domingo.

El alcalde, Rafael Sala García, tuvo que interceder de nuevo por sus vecinos enviando un informe al gobernador civil, junto con una instancia firmada por gran número de socios de ‘La Unión’, solicitando el descanso dominical.

Reinó tranquilidad. Al día siguiente, a las nueve y media de la mañana el gobernador civil López Oyarzabal telegrafió al alcalde de Torrevieja ordenando que se reuniera la Junta de Reformas Sociales y que se practicara cuantas gestiones fueran necesarias para conseguir una avenencia entre el director de las salinas y los huelguistas. También se giraron órdenes de concentración de la benemérita en los puestos inmediatos a Torrevieja, resolviéndose sin incidentes.